9 de agosto de 2010

Las tribulaciones de un suizo en la corte de Samaranch: impresiones de Barcelona-2010 (7)

Viernes 30 de julio (cuarta jornada)
 
Ayer no hubo medallas y muchos me preguntaron por Paquillo.
Hoy se acaba la Marcha en el lejano circuito de la Ciudadela y los esforzados fondistas deben dar 50 vueltas a un trazado de un kilómetro, es decir 100 giros cerrados sobre la misma pierna. Barbaridades como ésta retratan a algunos ¿responsables?, siempre pensando en la parte deportiva ¿o no? La marcha no dará ninguna medalla a la delegación española, algo que no ocurría desde 1978: Llopart (1978), Marín (1982. 2), Prieto y Mª Cruz Díaz (1986), Plaza (1990), Massana (1994), Molina (2002), Gª Bragado (2002 y 2006) y, desde luego, Paquillo Fernández (1998, 2002 y 2006).
Mi comentario de hoy no es sobre el calor y la humedad (11 abandonos de 27 inscritos), la machada -con caída incluida- del francés Yohann Diniz o la gran prestación del incombustible García Bragado, 5º a sus 40 años (con RM +40 como me hace saber mi amigo Josef M. Schmidt). Mi reflexión la provoca un breve artículo, mordaz y lleno de ironía, sobre el "affaire Paquillo" de Valentí Massana en el diario Sport del pasado 28 de julio  titulado "¿Una oportunidad perdida?". El de Viladecans, escribía cosas como ésta:
"Ayer no hubo medallas y muchos me preguntaron por Paquillo."
Tras hacer una breve recapitulación del caso para los lectores, seguía así: "Hace apenas un mes, (...) la RFEA rebajó a la mitad la pena de dos años impuesta al marchador de Guadix. El motivo de esta compasiva reducción de condena, que la IAAF debe ratificar, es bien simple: como buen chico que es (...) ha decidido colaborar con la administración de Justicia en la lucha contra el dopaje..."
Justifica con ironía que no se puede saber en qué consiste esa colaboración por el secreto sumarial y comenta: "...Es de suponer, que en un futuro no muy lejano, se conocerá el jugoso fruto de su colaboración, y que, a los que ahora les da por indignarse por dicha decisión se alegrarán de que, gracias a eso, hayan pillado a un montón de falsificadores de récords. No sería honesto precipitarse en los juicios, no de momento. Ni (...) suponer (...) que en este caso la federación ha aplicado un doble rasero: por un lado querer dar la imagen de luchador infatigable contra el doping y, por otro lado, rebajar la pena al susodicho no sea que se pierda los eventos deportivos de los últimos años..."
Explica la "regla de Osaka" (un año de sanción inhabilita para los Juegos) para concluir: "De ser así (...) será una oportunidad perdida para decir bien alto que la lucha contra el dopaje va en serio. Y el mensaje que llegaría a más de un espabilado sería muy peligroso: total, si te pillan, un año pasa rápido y santa rita, rita, lo que has ganado ya nadie te lo quita".
Como decía hace unos meses un famoso entrenador (de fútbol) nibelungo "No hace falta decir nada más".

Velocidad blanca.
¡Qué final de los 200m! Tras una salida mediana (pero no mala: 0.187) y una curva floja (pese a que se supone que es un especialista de 200) Christophe Lemaître sale a la recta quinto, a casi dos metros de la "eterna promesa" británica Christian Malcolm (a sus 31 años, el galés nunca ha ganado un gran título pese a haber sido en 1998 campeón mundial júnior de 100 y 200... en Annecy, la patria de Lemaître). Pese a una aceleración constante del galo parece que Malcolm resiste cuando, en los diez metros finales, el ya campeón de 100 pega dos zapatazos increíbles y lanza su pecho para superar al británico por 1/100 (20.37). Sus victorias unidas a las de Sailer (100) y el trío ruso (400) en mujeres y a la que obtendrá dos horas después Kevin Borlée en los 400 arrojan una hegemonía de los atletas blancos en la velocidad europea, un monopolio que sólo romperá de forma inesperada la extrovertida Myriam Soumaré en los 200 femeninos de mañana.

La caída de los dioses.
La actuación española, como siempre extensa en número, ofreció imágenes de todos los colores. Entre las más grises las que transmitieron tres campeones como Manolo Martínez, Joan Lino Martínez y Jackson Quiñónez. Para mi, lo más triste de la actuación del "gran capitán" de la selección española -en su cuarta participación- no fue la marca (le peor de todos los participantes) sino su actitud. Situada la calificación delante de la grada que ocupaban en sesión matinal los niños de las colonias a los que se unieron bastantes aficionados que coreaban su nombre, me dio la impresión de que tiraba por compromiso y no transmitió ni garra ni deseo de conectar con el público. Deseo a este Goliat, un atleta al que tanto debe el atletismo español, mucha suerte en su nueva carrera.
Ver a Lino Martínez, un medallista olímpico, saltando 7,63 también produce un poco de pena, pero la actitud de Jackson Quiñónez me indigna. Aún suponiendo que tuviera razón y que Ladji Doucouré le hubiese molestado (el antiguo campeón mundial alegó lo contrario), su actitud final desentendiéndose de la carrera y la bronca que montó durante largo rato después de la carrera no son admisibles en un recinto deportivo. Dado que con sus marcas de este año su paso a la final era casi imposible, la pataleta de Quiñónez sonó a "teatro, y del bueno" que diría un ex-coach del Chelsea. En cualquier caso me parece censurable, tanto su actitud agonística (abandonar la competición), como personal (casi le pego, bla, bla), que dicen muy poco de lo que debe ser un deportista.

Pequeño gran hombre (o el increíble Eusebio).
El resto de la actuación de la "roja" fue, con matices, aceptable: Ana Torrijos en las vallas hizo PB, Rafael Baraza cayó en la jabalina, Borja Vivas se metió con apuros en la final de Peso, los veteranos Blanco y Eliseo Martín también pasaron a la final de obstáculos y Mullera quedó fuera pero dando la cara. Berta Castells (martillo) y Mayte Martínez (800) estuvieron correctas en sus finales y Natalia y Núria dieron una excelente impresión en las semis de 1.500, la misma que había dado Ruth en la calificación de Altura. Barbara Hernando, pese a acabar última, hizo una meritoria primera jornada para su nivel ya que mejoró tres PB e igualó otra de la temporada. Luis Felipe Méliz se clasificó para la final de Longitud en su segundo intento (8,06). Y fue en esa prueba en la que se produjo, para mi, la mejor prestación española de este Europeo.
Eusebio Cáceres no necesita presentación aunque aún no ha cumplido 19 años. El de Onil, pese a esa silueta poco aparente (1,76m/70kg), es un portento de clase y de saber estar en la competición. Venía de ser subcampeón mundial júnior unos días antes en Canadá y, al parecer, algo tocado. Fuera de la final con 7,90m, en su último salto aterrizó a 8,27 (+1,7), 3cm más lejos que el récord europeo júnior del ucraniano Vladimir Ochkan (1987) y tercera marca mundial a 7cm del RM de la categoría del mítico Randy Williams en Munich-72. ¡Grande, muy grande Eusebio!
Primeras medallas pero poca euforia.
Hoy, en la cuarta tarde, se suman las primeras medallas al activo de la selección anfitriona. Pese a ello, percibo cierto halo de íntima decepción en el público y en algunos de mis amigos españoles. Marta, que había declarado no haberse encontrado a gusto en serie, corre siempre al rebufo de Yuliya Zarudneva. La rusa de 24 años da la cara desde la primera vuelta y marca un ritmo que sólo la palentina puede seguir, pero sin darle ni un relevo. Al paso de cada valla y cada ría la larguirucha Yuliya fuerza y Marta debe recuperar unos metros. Un último kilómetro en menos de 3:05.0 y una vuelta final sostenida dejan a la Marta Domínguez de 2010 sin capacidad para desbordar a Zarudneva en la recta final. Pese a la decepción de parte del público, la propia Marta declarará -tras la vuelta con la bandera española con toro al día siguiente de la supresión de las corridas en Cataluña-, que la rusa ha sido la justa vencedora, algo de lo que no cabe duda (¿que pensaría el respetable si la rusa hubiese ganado tras ir tres kilómetros a la chepa de una española sin dar ni un relevo?). Emocionados por la actuación de Marta (que suma su cuarta medalla europea) casi nos pasa desapercibido el excelente octavo puesto de Zulema Fuentes-Pila, que ha hecho una gran carrera. Nuestra amiga Abdullayeva no ha podido hoy suplir su desconocimiento de la técnica con su valor pedestre en una carrera a 9:17.0 y acaba sexta rebajando su RN hasta 9:34.75.
La final de 1.500m es emocionante aunque nadie se atreve a correr. El ídolo local Reyes Estévez (oro en 1998 y plata en 2002) conduce los primeros 800m (a 1:04.3 la vuelta) antes de que tomen la iniciativa los ingleses y aceleren el ritmo. En los 150 metros finales surge un inconmesurable Arturo Casado que logra al fin una clara victoria, sacando casi un segundo a sus rivales. El inesperado alemán Schlangen y el sevillano Manuel Olmedo dejan a Reyes sin podio ante la decepción del publico catalán. Sólo la intrusión de Carsten Schlangen, un veterano sajón de 29 años sin apenas palmarés (semifinalista en Pekín) ha impedido un sonado triplete español pero, aunque Reyes se va sin medalla (pero con un palmarés impresionante más allá de las polémicas), nos alegramos por Casado que lleva tanto tiempo en la brecha y por un Olmedo que ha completado con éxito su reconversión desde el 800.

1 comentario:

  1. Otra gran entrada Paul!!! Aquí ya se puede comentar más, porque estuvimos in situ en el estadio todo el día. De la jornada matinal, lo de siempre, muy poco público y al menos con los niños de diferentes colegios y campamentos (estábamos situados justo en el lado izquierdo de ellos) dieron algo de color. De Manolo Martínez poco más que decir, y a pesar de que después me comentó "me veréis en los mundiales" es algo que habrá que ver el año que viene...

    Por la tarde sin duda los momentos que reseñas, por parte española Marta Domínguez y el 1500m (hay que ver como saltaba Casado en nuestra zona, bueno y nosotros también!)y el final salvaje de Lemaitre para ganar el 200 (y su madre y la foto que le hicimos, mítico) Para mí lo único "malo" fue la nula atención hacia Cáceres, ya que muy poca gente se enteró de su último gran salto, era difícil estar en todos los sitios y los marcadores no ayudaban a mejorar la situación, nosotros lo pillamos justo antes de empezar la batida... y la marca fue excepcional! Aunque más desapercibidas pasaron todo el fin de semana las chicas del Heptathlon, una lástima.

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